6/3/14 – Al fin alguien hace una tiraera dirigida a un verdadero mal social. No, y no son los políticos, sino este tipo de música que contamina la paz de nuestro ambiente. ¿No les ha pasado que cuando estamos en la calle, y nos pasa por al lado un carro con la música tan alta, como una rompe coco de canciones que pintan nuestro momento de tranquilidad con oscuras letras de violencia y maldad? Puras joyitas musicales.  Se escucha gracioso pero la influencia que este tipo de música alcanza en nuestra sociedad es algo para lo cual ¡se debería tomar acción ya!

Esta vez Calle 13 implosionó como todo un terrorista dentro de su propio ambiente musical. Esta vez dirige su crítica a un estilo de música negativa que todos conocemos que existe y poco se hace por evitar su propaganda. Y es, precisamente, el de la música conocida como “maleanteo”. Se trata de un tipo de música donde el talento de su lírica estriba en relatar hazañas del bajo mundo, del abuso sexual sin medida, violencia, amenazas de muerte a sus rivales, bochinche y la glorificación de la maldad… ¡casi ná!  Es muy lamentable que este sea el tipo de música que muchos chamaquitos, como también chamaquitas, consiguen gratis en el Internet y se comparten en las escuelas hoy en día. Aunque usted no lo crea. Y son muchos los cantantes que se nutren a cuenta de este estilo de vida. Como todo superhéroe, estas son las imágenes creadas para ganar terreno entre los jóvenes. Ellos son su blanco, les venden a diario su supuesto glamour y el carácter callejero, muchos de estos tan falsos como un billete de 3 dólares.  Esa es la puerta abierta a la perdición de muchos de nuestros muchachos. Asimismo les llega el mensaje directamente a sus cabezas y se pierden. Lo vemos a diario en las noticias. Chicos y chicas de 19 a 23 años embarazadas, solteras, niños criando niños, jovencitos con armas en las calles, tirando drogas o muertos en las esquinas.

Pero volviendo al tema de Calle 13, el artista de origen puertorriqueño lanzó un nuevo tema, “Adentro”, donde le hace una tiraera a Cosculluela, proclamado el “Príncipe del Rap”. Él es un exponente más de esta música de odio y clandestinaje. Ninguno de los dos son de caserío, ni criados en barriadas. Mas bien son jóvenes con talento que encontraron un medio donde expresarlo y se la viven como criados y nacidos en estos lugares. Ese es su arte y ese es su mercadeo. El efecto que ello produzca en la sociedad no es su responsabilidad, aunque ellos estén claros en que la música es un medio alcanza los rincones más íntimos del ser humano. La responsabilidad está en nuestras manos, en educar.

Usted audiencia que nos lee,  aunque esta no sea su música de predilección, deben sacar un espacio y escucharla para que tengan una pequeña idea de lo que está pasando allá abajo y entienda por qué las vidas de nuestros jóvenes se están perdiendo. Y no digo que esta sea la única causa, pero es una de ellas…quizás una de las más grandes.

Por Félix De Jesús