21/7/15 – “¡AY, Dios mío!, ¿por qué dicen eso? Pero también hay que pensar que es el precio que una paga cuando se está en ésto y no se puede tomar personal”, confiesa Desireé Lowry a Helda Hoy al admitir que “como ser humano”, se afecta cuando se publican comentarios negativos de su persona.
Tras anunciar públicamente que el concurso ya no se llamara más Miss Universe Puerto Rico sino Miss Puerto Rico, la tenedora de la franquicia del certamen de belleza local analiza que ante toda situación difícil es importante recurrir a lo que en realidad tiene valor en la vida.
“Pienso en las verdaderas cosas importantes, como mi familia, mi salud y todas las bendiciones que Papá Dios me ha dado. Así que me siento súper agradecida y súper afortunada de la vida que he tenido, de las oportunidades que se me han presentado y pues…son pajitas que le caen a la leche. No todo puede ser color de rosa”, dice esa finalista de Miss Puerto Rico Universe en 1995.
HH: Estas consiente que desde el momento que obtuviste la franquicia de Miss Puerto Rico no han cesado las críticas negativas sobre tu capacidad para poder dirigir este gran movimiento.
DESIREE: No todo ha sido negativo, también han habido muchas críticas positivas. Todos queremos que Puerto Rico gane, todos los años queremos que Puerto Rico se lleve esa corona universal. Por otra lado, tengo que decir que me siento bien orgullosa del trabajo que se ha logrado porque de las seis veces que hemos participados hemos clasificado en cuatro ocasiones y para cualquier país esto es un logro. La corona llegará, yo no me desespero.
HH: ¿Qué están buscando en esta nueva reina?
DESIREE: Siempre buscamos una joven que tenga ángel. Cuando vemos reinas como Dayanara Torres o como Denisse Quiñones se observa que ellas tenían esa aurea que inmediatamente una la identifica. Creo que eso es algo que se no puede entrenar, es algo que se tiene que llevar naturalmente. Lo demás posiblemente se puede trabajar, así que lo más importante es que tenga ángel. Obviamente, tiene que tener belleza y tiene que tener espiritualidad y que sea ella misma.
Por Katiria Aguayo
(Fotos: Joyce Aguayo)