AMBAR BLOG CROP

Ambar Huertas, Life Coach

 

En los últimos meses una de las palabras que más suena en Puerto Rico es: racionamiento. Hemos podido ver y sentir el efecto de que se nos limite algo que en otro momento lo teníamos en abundancia.

La vida de los seres humanos a diario es tocada por los efectos del racionamiento y muchas veces pasa por desapercibido. Los valores de las familias, por ejemplo, cada día se ven menos. El amor, la humildad, la justicia, la amistad, la empatía y la honestidad, entre muchos otros, han ido desapareciendo.

Es probable que hayas emitido algún comentario durante los últimos meses por la falta de agua en tu casa. Sin embargo, ¿cuándo fue la última vez que revisaste los niveles de humildad en tu familia? ¿Cuán llena está tu represa de amor para los demás? ¿Cada cuántos días te preocupas por ser responsable y cumplir con tu palabra y los compromisos que haces con otros?

Si bien es cierto que el problema de la falta de agua en nuestra Isla puede deberse a una mala planificación, de igual forma todo lo que se ha racionado en tu vida se debe al poco o ningún esfuerzo que has puesto en mantenerlo.

Quejarse y culpar a otros siempre puede resultar el camino más fácil. Sin embargo, examinarte y hacerte responsable por tus resultados siempre será el camino más honesto y con la mayor satisfacción.

De esa manera serás quien único decida entre tener una vida en abundancia o querer vivir en tiempos de sequía.

Entonces, ¿cómo estará tu calendario de racionamiento de hoy en adelante?

¡Piénsalo!