25/8/14 – EN un terreno de 2.700 metros cuadrados, Ricky Martin vio hoy, de forma oficial, la apertura de una de sus sueños más ambiciosos: el Centro Tau en la comunidad Las Cuevas de Loíza. Este no ha sido un día cualquiera para él, según manifestó frente al podio ante una concurrida conferencia de prensa, bajo una carpa improvisada para estos fines contigua a la escuela.
“Hoy 120 niños y niñas inician una nueva una vida de oportunidad y esto no es algo que pasa todos los días de mi 
vida. Con el compromiso de erradicar y crear conciencia sobre la trata de personas, que es la razón de ser de mi fundación, llegamos hasta aquí gracias a mucha gente comprometida”, dijo, en efecto, ante su equipo de trabajo, colaboradores, ejecutivos, investigadores,empresarios, miembros de la junta de su Fundación, personal de la escuela y su director Justo Méndez.
Entre los políticos presentes, estuvo el gobernador Alejandro García Padilla, la primera dama Wilma Pastrana; los 
presidentes de Cámara y Senado, Jaime Perelló y Eduardo Bahtia; el alcalde de Loíza, Eddie Manso, junto a su esposa Liz Marie Escobar. Igualmente, la secretaria del Departamento de la Familia, Idalia Colón, y el secretario de Educación, Rafael Román.
“La trata humana busca y encuentra a más niños y jóvenes de lo que pensamos. Y nosotros no podemos ser cómplices de este crimen. Nosotros tenemos que darles las herramientas para que jamás cedan su integridad y su 
dignidad humana. Lo que este espacio maravilloso, aportando al intelecto, iniciamos una lucha diferente, desde la perspectiva de la igualdad”, expresó el astro boricua.
Al concluir el acto protocolar, Ricky se encaminó al área del anfiteatro ubicado en el patio del centro, donde lo esperaban los estudiantes tocando los bongós.
El Centro Tau posee áreas de cuidado y desarrollo para bebés y contará con una escuela que abarcará niveles elemental, intermedio y superior. Su gestación logró casi seis años cuando la Fundación alemana RTL seleccionó la propuesta de la Fundación Ricky Martin para su construcción.
Por Helda Ribera-Chevremont
Fotos: Chery Viruet