09/05/1 6 – Ya en las postrimerías del concierto “Mi Mejor Regalo”, Charlie Zaa pidió al luminotécnico que encendiera las luces de la sala porque quería confesar al público mirándolo directamente a los ojos que “la salsa es mi pasión”. Y de eso nadie pudo haber tenido dudas al interpretar temas de su cantante favorito, Frankie Ruiz, el pasado sábado en el Centro de Bellas Artes de Santurce. El calibre de su voz en la ejecutoria de este ritmo tropical seguramente trajo a la memoria de muchos, imágenes de la implacable brillantez vocal de Ismael Miranda.
Hay que recordar que Charlie incursionó en la salsa con las orquestas colombianas Grupo Niche y Guayacán hasta1995. Por eso cuando le correspondió vocalizar los temas “Como Lo Hacen”, “Tu Con El”, “Que Se Mueren De Envidia” y “Camionero”, se lució en los pasos de baile y en la cadencia del género propio del bailador de la mata.
El telón alzo vuelo justo a las 8:45 de la noche, luego de que los espectadores reclamaran dando palmadas el comienzo del show. A partir de entonces, el admirado artista llenó de romance y nostalgia esta área del recinto santurcino. “Llora Corazón”, “Loop”, “Un Disco Más”, “Niégalo Todo” y “Ódiame, desataron la primera ristra de aplausos y comentarios jocosos alusivos al encanto que domina el corazón de las féminas ante el regreso del artista a nuestros escenarios.
“Para mí es motivo de alegría el estar una vez más en este recinto como lo es el teatro de Bellas Artes, después de no venir en concierto de siete a ocho años”, fueron sus primeras palabras.
Regocijado e inmaculado, el aclamado colombiano regaló canciones, flores, bendiciones, risas y emociones, remontando al auditorio a otras épocas y estrenos, honrando siempre a los autores a los cuales les grabó las canciones “que fueron himnos a nivel mundial”.
Otros 12 temas completarían el repertorio de esta velada que convocó a su afanosa fanaticada que, evidentemente, fue el regalo que muchos hijos ofrecieron a sus madres y abuelas. No obstante, el bolero igual atrajo al concierto un público que forma parte de la generación de Charlie.
“En Un Beso La Vida”, “Amigo De Qué”, “No me Toquen Ese Vals”, “Versos A Mi Madre”, “Ni Me Llamen Ni Me Escriban”, “Rondando Tu Esquina” y otras composiciones que forman parte de su trayectoria, se sumaron a las nuestras: “En Mi Viejo San Juan” y “Lamento Borincano”.
De forma solemne y agradecido, Charlie expresó que “como Dios es lento para la ira y grande en su misericordia, no solo me dio lo que yo necesito, sino que también me dio un poco de lo que yo quiero… Y es este momento tan especial de estar aquí esta noche”.
Enfatizó también en la lealtad que le ha demostrado el público puertorriqueño.
“Ustedes han sabido ser incondicionales. Me han sabido acompañar durante 20 años de carrera. Veinte cortitos años de carrera. A través de la distancia han sido leales. Doy gracias a Dios que ha sido la fuerza creadora por permitirme disfrutar de 10 años para acá de la vida en el amor y la paz de Él. ¡Un aplauso bien, bien, bien fuerte para el Rey de Reyes!”, clamó el cantante que recibió un prolongado tributo tal y como solicitó.
Sin embargo, admitió que tuvo dudas y temores de ocupar nuestro escenario, que luego fueron desvaneciéndose a través de la oración.
“El Señor me mostraba este lugar así (señaló con sus manos a la atenta audiencia). Estoy hablando de la fe, de la certeza. Y le di gracias desde antes por permitirme disfrutar de esta noche mágica. Dios los bendiga a todos”, puntualizó el artista que más tarde, naturalmente, cumplió con la petición de “otra, otra, otra” con un público de pie y “25 Rosas”.
Por Helda Ribera-Chevremont
(Cámara: Ángel Negrón)