RAPHY LEAVITT 8

 

12/8/15 – NADIE se atreva a llorar. Pero ninguno pudo contenerse y las lágrimas rodaron por las mejillas de muchos de los asistentes al velatorio de Rafael Ángel Leavitt Rey, conocido por todos como simplemente, Raphy Leavitt, el director musical de la orquesta La Selecta, cuya muerte tomo por sorpresa a todos.

Docenas de personas, entre familiares, músicos, cantantes, locutores, artistas, productores, promotores raphy lujia 10y sobre todo, el público, llegaron hasta el Coliseo Roberto Clemente donde se efectuó el velatorio.

El féretro, color nogal, cubierto por la monoestrellada, y rodeado de rosas rojas y blancas, tenía a un lado una foto del pianista en pena ejecución. Del otro, el cartel donde el Senado le rindió un reconocimiento a la extensa trayectoria de la orquesta.

En una pantalla se proyectaban imágenes del concierto en raphy julia 4ocasión de los treinta años de la orquesta, y la inconfundible música de La Selecta llenaba el recinto. Muchos no podían evitar mover sus hombres  al ritmo de la música porque daban ganas de bailar. Aun así, nadie por respeto lo hizo. Sammy Marrero, la icónica voz de la orquesta, lucia sumamente afectado, pero accedía a fotografiarse con el público.

La gente que desfilaba frente al ataúd, iba llenando las gradas del coliseo,  tomaban fotos de féretro y de los artistas raphy julia 3presentes. Mientras, en un área designada la familia, su ahora viuda, y sus tres hijos recibían las condolencias de allegados y desconocidos. Cada frase y abrazo eran recibidos por  María Milagros Barreto, conocida también por “Lalo”. Esta mantenía la postura aunque a veces cerraba los ojos y parecía reprimir los deseos de llorar.

Un momento emotivo ocurrió cuando los integrantes de la orquesta, vistiendo un sobrio uniforme, como era el sello de esta orquesta y orgullo de su fundador, hicieron la guardia RAPHY LEAVITT 7de honor al lado del féretro. Los aplausos no se hicieron esperar por parte del público y todos los presentes. Uno de los cantantes, sollozaba y se abrazaba a su otro compañero.

Otro momento de respeto hacia el compositor de éxitos como “Soldado” ‘Payaso” y “Herido”,  entre muchos otros, ocurrió cuando un hombre, ataviado con la indumentario típica del jibaro puertorriqueño, se colocó al lado del ataúd en una clara alusión al tema “Jibaro Soy”, otro de los grandes éxitos de la agrupación.

raphy julia 9Una inmensa bandera de Puerto Rico dominaba la tarima donde La Selecta, por primera vez en 43 años, tocaría sin la presencia de su jefe, su compañero y amigo. Previo a la participación de la orquesta, Danny Rivera subió a tarima y rindió un tributo al fenecido compositor.

Los músicos de la orquesta se alinearon en tarima y sonaron los acordes del que ya se ha convertido en un himno de despedida en los sepelios “La Cuna Blanca”. El público aplaudió con entusiasmo, mientras agitaban pequeñas RAPHY LEAVITT 9banderas de Puerto Rico. El bongosero de la orquesta lloraba desconsolado.

Su hijo mayor, Rafael, cuyo parecido con su padre es admirable, cantaba los temas, aunque a veces la congoja lo dominaba y apoyaba la cabeza en el hombro de un amigo. Su madre, su otro hermano José  y su hermana Sheila, también RAPHY 12cantaba, pero al igual, la tristeza les dominaba por momentos.

En la bocinas del  sistema de sonido, a cargo de Eric López de Concrete Sound Production, y quien gentilmente nos ayudó con nuestro celular cuando estaba sin carga, retumbó la potente voz de Sammy Marrero, la cual  se quebraba por  momentos.raphy tere 2

“Raphy, espera por mí”, exclama el cantante desde el micrófono recibiendo los aplausos.

“¡Gracias, Raphy!”, gritaron  otros de los músicos que incluyeron en su  presentación el tema “ Jibaro Soy” y “La Cuarentona”, uno de los temas del disco que Raphy Leavitt preparaba para lanzar al mercado y no logro ver completado.

Al día siguiente, y luego de raphy julia 8una misa en la iglesia de San Agustín en Puerta de Tierra, lugar que lo vio nacer y formarse en el excelente músico que se convirtió, fue sepultado en el cementerio Porta Coeli de Bayamón.

Y aunque muchos no puedan, nadie se atreva a llorar, dejen que ría en silencio. Descanse en paz, Raphy Leavitt.

Por Julia Alemán

(Fotos: Teresa Orriola y Julia Alemán)