28/10/18 – EN una exposición de ritmos compuestos por instrumentos de percusión menor, batería, teclado, bajo, saxofón, trombón y guitarras eléctrica y acústica, se hizo la música en el Centro de Convenciones de Puerto Rico, poniendo a la gente de pie para recibir a Pedro Capó al cierre de su gira “Calma, La Gira Isleña”. El cantautor apareció en el escenario lleno de energía.

“¡Buenas noches Puerto Rico!”, gritó y se adueñó de aquel recinto lleno de seguidores que lo esperaban con muchas ansias.

La primera parte del concierto estuvo compuesto por las canciones “Puedo Ayudarte A Reír”, “Todo Me Recuerda A Ti”, “Si Tú Me Lo Pides”, “Fiebre De Amor” y “Un Minuto”. Luego de este bloque de temas musicales, Pedro tomó la palabra para recapitular un poco lo que fue la gira y agradecer a las personas su apoyo.

Con esa mirada y sensualidad muy suya, el artista habló de las canciones de amor que lo han marcado, estableciendo así la pauta de lo que sería lo próximo en su repertorio. De ese modo, cantó: “Qué Pasaría”, “Te Quiero Tanto” y “Estoy Enamorado”, seguido de una sorpresa para el público que consistió en un medley de las canciones “Un Poquito”, “Vamos A Huir” y “Atrévete”, de Calle 13.

Con la atmósfera cargada de energía, Capó volvió a tomar la palabra hablando de amores y desamores, y de canciones que lo han marcado. Y en esa misma línea, interpretó “Amores Como El Nuestro”, “Azúcar Amargo” y “Valió La Pena”. Esta última y con la voz un tanto quebrantada, fue dedicada a su padre Bobito Capó.

Al terminar dicha canción, Pedro salió de la tarima, pero la música no se detuvo, sino que continuó en un solo de guitarra. Luego de un rato, el cantautor regresó para expresarse sobre de lo que había sido el huracán María en el aspecto de la emigración y el deseo “de seguir construyendo un Puerto Rico para que regresen los hermanos boricuas” que se han ido.

Pedro aprovechó la coyuntura para hablar de la experiencia de su abuelo, Bobby Capó, quién escribió desde Nueva York la canción “Soñando Con Puerto Rico”, la cual entonó con mucha pasión, callando por momentos para que el público le acompañara.

Al final de la interpretación, el sonido del piano en un tono melancólico tomó el recinto. Luego de alrededor de un minuto, Capó apareció entre las sombras al lado de la tarima, vocalizando “Duele Ser Infiel” y seguido, “La Vida Va” y “Calma”, con la que inició su despedida.

Un público vibrante comenzó a pedir y a gritar a coro:  “otra, otra”. Y luego de un rato, la banda retomó sus lugares siendo recibidos con la sala de pie y entre gritos. Con la misma energía de la primera canción, Pedro reapareció para cantar junto con el público que vocalizó casi toda la canción “Vivo”.

El cantautor volvió a agradecer a los seguidores todo el apoyo recibido y los exhortó a seguir luchando por Puerto Rico. Acto seguido, los obsequió con sus últimas dos canciones: “Libre” y “Provócame”, con las cuales  puso fin al evento “Calma, La Gira Isleña”, haciendo una genuflexión.

El concierto de Pedro Capó estuvo marcado por su pasión. La exquisita selección de canciones estuvo organizada estratégicamente. Un público conocedor de su música y que jamás paró de cantar, bailar, grabar y transmitir para las redes sociales, pero sobre todo de sentir, se vivió la velada. Fue un gran concierto lleno de historias y emociones que, ciertamente, no será olvidado por los espectadores que estuvieron allí esa noche.

Por Ángel Matos

(texto y fotos)